Un médico otorrino en Oviedo se encarga de solucionar enfermedades y problemas estéticos relacionados con nariz, garganta y oído, y gracias a él muchas personas ven notables cambios en su vida, pero ¿se puede llevar a un niño al otorrinolaringólogo? hoy hablamos de la otorrinolaringología pediátrica.
Se trata de una rama que se ocupa de solucionar los problemas de oído, nariz y garganta de los más pequeños, cuyos órganos son distintos de los de un adulto y requieren un tratamiento especializado.
Los niños tienen una particularidad, y es que no pueden decir qué les molesta ni responder a preguntas médicas. Un médico otorrino en Oviedo especializado en niños sabrá tratarlos de modo que puedan relajarse y quieran cooperar. No sólo eso, también tiene instrumental y equipos especialmente diseñados para niños, así como salas de espera con juguetes o películas para que no vean la consulta como un lugar hostil.
Es de una importancia capital que la primera vez que el niño vaya al otorrino no lo recuerde como una experiencia traumática. Muchas veces, de hecho, el examen físico se deja para la segunda sesión, en la que el niño ya conocerá el entorno y se sentirá más confiado. A su vez, esto también tranquiliza a los padres, que muchas veces dan muestras de cierta preocupación y se la transmiten al niño.
Esto es algo que también es tarea extra para el otorrino pediátrico, pues al no ser el niño quien se expresa, es generalmente la madre quien debe transmitir lo mejor posible los problemas que el niño está sufriendo. Por este tipo de cosas es necesario buscar una especialización pediátrica en nuestro otorrino, como con los que contamos en la Clínica ORL, Dr. Arrutia – Dr. Mancebo.